La elaboración de una polera es un proceso que combina creatividad, técnica y calidad en cada etapa. Todo comienza con el diseño, donde se define el modelo, talla y estilo. Luego, se elige la tela adecuada, como algodón o poliéster, priorizando comodidad y resistencia.
Una vez seleccionada la tela, se realiza el corte de las piezas según moldes previamente trazados: delantero, espalda, mangas y cuello. Estas piezas pasan al área de confección, donde son unidas mediante costura industrial, asegurando un acabado prolijo y duradero.